jueves, 1 de septiembre de 2016

Investidura: El tesoro de Sierra Madre

En la indigestión parlamentaria que sufrimos estos días no nos queda más que afrontar el nuevo curso electoral como un día de la marmota, al igual que Bill Murray hemos pasado los primeros efectos, el robo y el fracaso sexual fruto de la mecánica, la época estival y los pactos de Rivera se acercan más a los primeros síntomas de enamoramiento que Murray sentía hacia Andie MacDowell, el problema es que Sánchez (el Chris Elliott de turno) está especialmente celoso, y su porfía va camino de hacernos volver a las urnas en Navidad, viéndose así la cola de la marmota. El clima será entonces más parecido al de "Atrapado en el tiempo" (Harold Ramis, 1993), aunque el candor del hemiciclo se asemejará más a "El tesoro de Sierra Madre" (John Huston, 1948), todo un clásico que trataba con ferocidad los efectos de la fiebre del oro, transmitidos con total realismo en un relevante Humphrey Bogart, capaz de convertir la sobreactuación en un estado fílmico. Rajoy nos mira desde los ojos del sabio Howard (un espléndido Walter Huston, cuya elevada tonalidad le llevó a recoger el Oscar a Mejor Actor de Reparto), Mariano es ya un viejo resabido que conoce perfectamente esta situación, sumando los escaños que le concede Ciudadanos, llega a tener más posibilidades de las que tuvo Zapatero en su segunda legislatura. El problema está en una oposición inestable, obcecada en absurdos compromisos con el pueblo español, quienes no hemos hecho más que darnos cuenta de que estamos mejor que nunca con un gobierno en funciones. Tal vez porque gozamos con el sufrimiento ajeno, después de que Bogart asesine al joven Tim Holt huyendo con el oro, no hacemos más que disfrutar con su tambaleo por el desierto, investidura tras investidura vemos encantados como los políticos (¡esos hombres... y mujeres!) recortan sus vacaciones, excepto Pedro Sánchez, quien nos da margen para la crítica con cada una de sus fotos en camiseta y traje de baño, con su inseparable Begoña en una mano y un helado en la otra.


En "El tesoro de Sierra Madre" una vez más el experto Howard nos hace recapacitar, e incluso temer por la vida de un Bogart deshidratado que se ve solo ante los bandidos más despreciables del cine clásico, en una escena desbordante con interpretación animal incluida (¿los padres de la Mula Francis?). Volvemos de vacaciones sin gobierno, vemos imágenes del congreso como si de un tablao flamenco se tratase, aunque hiciese falta un representante popular que gritarse aquello de "Si me queréis algo, irse". El problema es que con la impecable Ana Pastor como única presidenta, no tenemos muy claro quienes son los bandidos y quien el Bogart deshidratado, lo único que vemos es cómo el oro, camuflado en la arena, vuela perdiéndose para siempre. Estamos en una situación completamente distinta a la de la anterior legislatura, y a la anterior, y la anterior de la anterior, sin embargo hasta los nuevos partidos parecen no comprenderlo. "Todo por el cambio pero sin el cambio", podría aplicarse perfectamente el eslogan del despotismo ilustrado, en algunos lugares se vive más que nunca, como Madrid que llena sus carteles publicitarios con refranes cervantinos, mensajes reciclatorios e imágenes de nuestros monumentos, olvidándose así de los estrenos cinematográficos, las cervezas Mahou y los celulares de Apple, que se ven desplazados a las fachadas en reforma. A todo esto el impulsor de este cambio (a peor... de momento) parece haberse cortado la coleta (en el sentido más figurado posible, por supuesto), destinado a su escaño, donde se dedica a alertarse ante alguna falacia ad hominem y a poner muecas y gestos ante los, no mucho más lucidos, discursos de sus contrarios. En este caso el sello de Podemos sería la marca que reciben los burros de la película, completamente inútil más que para reconocer quienes son los culpables de la historia. Esperemos que podamos colgar pronto el rótulo de The End a este simpar vodevil, para comenzar algún blockbuster navideño, de esos que tienen mucho y ruido y pocas nueces, pero que sirven para salvaguardar lo invertido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario