sábado, 9 de abril de 2016

El diablo nace en 35mm

El pasado jueves los cines Palafox de la calle Luchana vivieron el renacimiento del diablo con la proyección de "La semilla del diablo" (Roman Polanski, 1968), en nada menos que su formato original de 35mm, presentándolo en forma de disculpa por la posibilidad de que alguna rayita atravesase la imagen, el auditorio rompió en aplausos en cuanto lo escuchó. Volver a vivir "Rosmary's Baby" (título original del film) como lo hicieron hace cerca de cincuenta años fue una experiencia única, tan placentera como el sonido de los grumos iniciales de los antiguos vinilos. Todo un lujo que convocó a un gran número de cinéfilos completamente entregado a esta obra maestra que dio a luz a un nuevo terror, a una angustia inscrita entre la realidad y los sueños, que vive del suspense de Hitchcock, el imaginario de Buñuel, y por su puesto la creatividad, estética y frescura del padre de la criatura, un magnífico Roman Polanski que daba sus primeros pasos en el cine americano, cargado de la fuerza cinematográfica europea, un sello personal que le convertiría en uno de los mejores embajadores e intérpretes de nuestro cine. El terror no se encuentra en su narración, no pretende asustar al espectador, el horror permanece inscrito en los extravagantes personajes, en el edificio Dakota, y en una historia desligada completamente del adorado Nueva York de Scorsese o Wood, aquí la ciudad se ve tomada por la película. Marea, atrapa y ve el nacimiento de un ser maquiavélico, subconceptual y con ganas de transformar los dogmas cinematográficos del terror, así nace "La semilla del diablo", y así nos lo contaron en la privilegiada escenificación del jueves.


Todo  ello pertenece a un evento único que nace de una necesidad, la de volver a traer a la gran pantalla films de un terror de culto que nunca deberían haber desaparecido de las salas. El evento ha sido bautizado como el Voodoo Cult Horror Movies Club, el pase de la cinta de Polanski no ha hecho más que inaugurar una iniciativa maravillosamente terrorífica que recorrerá films como la "Carrie" de Brian de Palma o "Suspira" (Dario Argento, 1977), que se proyectará el próximo 5 de mayo con el precedente del cortometraje de Eduardo Casanova con Carolina Bang. El intérprete, guionista y director, que ha demostrado un gusto por la estética delicioso, está pendiente de rodar su film "Pieles" que producirá Álex de la Iglesia, y por supuesto no se perdió este revival del mayor thriller psicológico de terror y comedia suplantada de la historia. Poder ver los sueños de Mia Farrow, intercalados con John Cassavetes, y una realidad imaginaria que tiene a los geniales vecinos Ruth Gordon y Ralph Bellamy como principales cómplices de el embarazo más sonado de Hollywood, por mucho que los Hermanos Coen intenten ceñírselo a la "Esther Williams" que Scarlett posee en "Ave, César" (Hermanos Coen, 2016). La extravagancia, incisión, misterio y perversión que Ruth Gordon transmite con su magnífica Minnie Castevet fue tal que la Academia le reconoció con un merecido Oscar, el mismo que se resistió al Guión de Polanski, quizás demasiado inolvidable para destinarlo al olvido con la preciada estatuilla. Canal TCM es uno de los principales colaboradores que han permitido que este proyecto vea la luz, lo que demuestra que aún sobreviven seres que aman el cine de verdad, o al menos el que se rodó de los 60' para atrás. El eventos nos recordó la grandeza del cine de terror, y si tienen la oportunidad de volver a ver "La semilla del diablo", no duden en volver a verla, reírla, sufrirla, y disfrutarla.

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