lunes, 12 de octubre de 2015

"La habitación del niño" (2006)

Existen dos obras fundamentales en el cine de terror que se muestran cercanas al cine de Álex de la Iglesia, "La noche del demonio" (Jacques Tourneur, 1957) y "La matanza de Texas" (Tobe Hooper, 1974), la relación con el diablo (y su escenificación como un payaso), las sectas satánicas, y ese cierto aire de culto sangriento guían parte de su filmografía. Cuando Chicho Ibánez Serrador decide recuperar los buenos tiempos de "Historias para no dormir", reúne a seis grandes directores en los que ha visto terror o cree que pueden adaptarse bien a él, así surgieron "Para entrar a vivir" (Jaume Balagueró, 2006), "Cuento de Navidad" (Paco Plaza, 2005), "Adivina quién soy" (Enrique Urbizu, 2006), "Regreso a Moira" (Mateo Gil, 2006), "La Culpa" (Narciso Ibáñez Serrador, 2006) y "La habitación del niño". Álex de la Iglesia vuelve a reunirse con Jorge Guerricaechevarría y sacan adelante una película claramente ideada para televisión, sobre todo por su fotografía que corre a cargo de José Luis Moreno, en una cinta de terror el guión no suele ser lo más destacable, y Roque Baños cumple con la labor de sorprendernos, asustarnos, intrigarnos, conduciendo la película con su música, esencial en el cine de terror. El director vasco trabaja con Roque Baños por primera vez en "Muertos de Risa" y es un auténtico flechazo, comprende las escenas, comprende al director y así lo ha demostrado con grandes de nuestro cine como Carlos Saura, Fernando Fernán Gómez, Daniel Monzón, Emilio Martínez Lázaro o incluso Alejandro Amenábar que siempre ha sido muy cuidadoso de su banda sonora, y con el que trabaja en su última película, "Regresión" (2015).


"El Resplandor" (Stanley Kubrick, 1980), "Los otros" (Alejandro Amenábar, 2001) y "Beetlejuice" (Tim Burton, 1988) sería la mejor manera de definir "La habitación del niño", no hay monstruos como en "Beetlejuice" pero resucita el concepto de casa encantada y despierta cierto humor en la casa de Sancho Gracia y Terele Pávez que recuerda a ese matrimonio recién muerto, también hay un fuerte drama psicológico interno que persigue a Javier Gutiérrez, hace de su paranoia y locura un mundo paralelo que termina consumiéndole, Leonor Watling al estilo Shelley Duvall (pero sin el doblaje de Verónica Forqué) termina por completar el puzzle de la historia separándose, volviendo y... "Los otros" se construye sobre la ocultación del verdadera realidad al espectador, algo que ya habíamos visto en "El sexto sentido" (M. Night Shyamalan, 1999) y no resulta nada nuevo, Álex de la Iglesia incorpora cierto suspense y nos desvela antes la realidad que nos lleva persiguiendo desde un breve adelanto antes de los créditos de una España años 50', a través de un controla-bebés el director vasco nos devuelve su mejor cine con planos complicados, y una enorme interpretación de Javier Gutiérrez. María Asquerino, y una breve Asunción Balaguer, son una especie de Moiras que tejen el futuro sin necesidad de intervenir en él, el espectador une cabos y comprende la historia antes que sus personajes, lo que convierte el telefilm en una enorme central de alta tensión en la que de vez en cuando saltan chispas, este mismo estilo narrativo se encuentra muy bien acogido por la comedia y Álex lo extrapola sin dificultad a otro ambiente.


Personalmente no soy muy fan del cine de terror y sobrenatural, pero cuando está bien hecho y se mantiene en un buen guión, como pocos hacen, resulta estremecedor y emocionante ir descubriendo la historia. "El exorcista" (William Friedkin, 1973) y "La semilla del diablo" (Roman Polanski, 1968) son las dos películas que más sentimientos ofrecen al espectador, quizás no el afamado miedo, pero si la excitación nerviosa y la angustia, el bebé de Rosmary es una auténtica angustia. "La habitación del niño" logra introducirse en este mundo desde su título, adhiere a su propia historia grandes hitos del pasado, sin embargo el hecho de estar rodada para televisión ya influye en el propio espectador, hay una enorme diferencia entre el cine de sala, y el cine de tv, además logra despertar el miedo, como las anteriores pocas lograron, reluce como una de las auténticas obras de terror que no se dejan consumir por el susto barato, no cae en el humor que no es del todo necesario en este tipo de cine como se ha demostrado. Todo un reto para el bilbaíno, una obra que despierta al genio que dormía (tal vez vigilado) desde su última película, de la que aun perdura el concepto del crimen, ¿no sería divertido hacer una película seria, de guión estudiado, con cierto aire de suspense sobre crímenes? ¿Y si la rodásemos en Inglaterra con Elijah Wood, John Hurt, y Leonor que ha estado muy bien en esta última? Puede que no pensasen eso exactamente, pero con la idea principal de "Crimen ferpecto" y la seriedad adquirida por el terror en "La habitación del niño", nace su siguiente film...

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