sábado, 15 de agosto de 2015

"Eva al desnudo", todo sobre ella

Bette Davis forjó alrededor de su figura un emblema sobre el método de la interpretación que ha funcionado como un enorme manual para sus posteriores compañeras de profesión, ganadora de dos premios Óscar a la Mejor Actriz por dos papeles que resultarían menores al abarcar su filmografía esas dos estatuillas resultaron casi un pesar a lo largo de su carrera, llegó un momento en el que ni con ellos en mano los productores la requerían para sus filmes. "Peligrosa" (Alfred E. Green, 1935) y "Jezabel" (William Wyler, 1938) suponen dos obras verdaderamente efímeras de las que apenas podemos rescatar esa figura clave de femme fatale que haría de Bette Davis una de las mejores intérpretes de la historia del cine con títulos como "La Carta" (William Wyler, 1940) o "La Loba" (William Wyler, 1941) inolvidable forja de puro cine clásico del noir y la elegance. Contra todo pronóstico supo demostrar a la industria que la calidad superior era realmente más beneficiosa que la barata bajo un contrachapado con forma de Lana Turner o Veronica Lake, dos de las bellezas made in Hollywood que triunfaban en los años 40' donde Davis comenzó a ensombrecer bajo títulos que hoy reconocemos como grandes obras y tesoros cinematográficos. Pese a su físico diferente ella se sostuvo en la interpretación, era su centro de vida, lo que le llevó que tener una vida personal complicada, todo ello derivó en la inolvidable "Eva al desnudo" (1950) o como bien nos aleccionó Pedro Almodóvar en "Todo sobre mi madre" (1999), "All about Eve". Joseph L. Mankiewicz nos ha demostrado con todas y cada una de sus películas que es el rey del clasicismo, después de "Carta a tres esposas" (1949) se consagró en Hollywood como uno de sus recientes creadores más prometedores, al año siguiente volvió a recibir el Oscar a la Mejor Dirección y al Mejor Guión Adaptado por "Eva al desnudo", convirtiéndose así en leyenda viva a la que aún le quedaban algunos de sus mejores títulos por delante, como "Julio César" (1953), "El día de los tramposos" (1970) o la incorregible "La Huella" (1972) una obra maestra de género indefinido y que no hemos vuelto a ver, un suspense rociado de humor y repleto de misterio que sostienen dos cómicos inolvidables como son Laurence Olivier y Michael Caine. 


"Eva al desnudo" es un crudo retrato del mundo de la interpretación en el que cuesta creer que Bette Davis está actuando, nos muestra un personaje crédulo y voraz que cae en la sencilla trampa de una joven aspirante que interpreta con discreción Anne Baxter, en la cinta hay un momento sensacional que funciona como perfecta metáfora de la realidad y que ha quedado como una de las mejores escenas del cine, una cena entre el prototipo de la época (Marilyn Monroe), la gran dama de la escena (Bette Davis) y la joven manipuladora (Anne Baxter), muestra del fin mudo en un elegante blanco y negro que se completa con unos diálogos redondos escritos por Mankiewicz. Bette Davis sale de esta obra maestra como una estrella indestructible a la que poco a poco los productores comienzan a ensombrecer con cometas efímeros reclamados por el público, educado en lo banal que concibe el cine como un entretenimiento de ocio y no como el arte (séptimo) que es. Katharine Hepburn y Davis fueron las grandes intérpretes de su época, ambas de característica personalidad e inolvidable acento cómico en sus entrevistas, Hepburn pervivió hasta el final de sus días teniendo una segunda época dorada en la década de 1980, sin embargo Bette Davis cada vez más delgada y manteniendo su elegante vicio del tabaco se mantuvo como una de las viejas glorias del Hollywood Dorado, teniendo su particular venganza en "¿Qué fue de Baby Jane?" (Robert Aldrich, 1963) clavando el papel de una anciana rencorosa cuya propia maldad ha sido cultivada por su exitosa hermana, una sensacional Joan Crawford en su ocaso interpretativo que además tenía una relación personal caótica con Bette. Siendo este su último gran papel, sin olvidar la preciosa "Las ballenas de agosto" (Lindsay Anderson, 1987) en la que comparte reparto con una inolvidable Lilliam Gish genio y figura del cine mudo. Sin olvidar nuestro querido cine español recuerdo un maravilloso documental, "El último adiós de Bette Davis" (Pedro González Bermúdez, 2014) un elegante retrato a la altura de la actriz, nominado al Goya al Mejor Documental, que narra cómo una bonita fábula y con preciosas imágenes de archivo de la actriz, los últimos días de Bette Davis en la cinematográfica ciudad de San Sebastián, uno de los mejores homenajes que se ha podido realizar a esta actriz que hoy recordamos y reivindicamos como actriz clave del cine.

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