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domingo, 3 de mayo de 2015

"De mutuo desacuerdo", o el resultado de un festival lingüístico

Toni Acosta e Iñaki Miramón protagonizan esta magnífica obra de Fernando J. López que se une a la moda actual del teatro como diálogo entre dos personas (o incluso como monólogo), sin embargo el autor trata esta moda con humor, haciendo referencias a la ausencia de personajes, en una obra que consigue que el público perciba sentimientos hacia individuos que nacen del magnífico discurso entre los protagonistas. No hay nada que funciones mejor que tratar los tópicos con humor, para colmo Iñaki Miramón maneja con soltura el acento vasco que ahora triunfa portentosamente, aunque se pierda en algunas escenas. La separación de un matrimonio la hemos visto en todo tipo de soportes -cine, televisión, teatro- nunca como en "De mutuo desacuerdo", un texto magnífico que permite la versatilidad de los actores, encarnando muchos sentimientos en poco tiempo, precisamente son los cambios del poco drama a la mejor comedia, los que nos transportan a este mundo repleto de emoción y excitación que es el teatro. Recuerdo la obra y me resulta complicado expresar lo que muestra, es una explosion de saveurs con el mejor de los métodos para saborearlo: grandiosas interpretaciones, y ganas de disfrutarlas. La obra no cae en lo convencional, en lo fácil, excepto algún gag que siempre funciona para una parte del público, no se lleva a los extremos a los que estamos acostumbrados, y recupera algunos puntos de la comedia más auténtica, la de verdad, la de siempre.


Toni Acosta es una actriz sensacional, un animal escénico capaz de devorar los diálogos con sus quiebros de voz, o sus aireados movimientos, Toni Acosta es el verdadero alma de la obra, en todo momento, quiero citar alguno pero se me vienen a la cabeza todos a la vez, su teatralidad embauca a cualquiera, como sucede en la escena del restaurante: al final los comensales terminan "dándole la razón". Todo esto llevado con los problemas que acostumbran a una pareja recién salida de la convivencia, el hijo, la novia del marido, la soledad de la madre, o la eco-hermana. Iñaki Miramón es un auténtica maestro a la hora de cambiar todo el rumbo de una escena, cuando ésta parece que va a desembocar en lo peor, él aparece con sus, a veces inexplicables, respuestas, cargadas de la sátira que intentan ser disimuladas bajo un tono amable. Hasta lo rocambolesco del lenguaje que en ocasiones se utiliza para tratar "políticamente correcta" a la ex-pareja, se moja en este texto siendo tachado de "Festival Lingüístico". Quino Falero, ya un experto en la comedia, dirige esta obra en la que hasta la utilización del escenario y atrezzo están usadas con genialidad, austeramente, pero con genialidad. Ruego no se pierdan esta obra que estará hasta el 31 de mayo en el Teatro Bellas Artes de Madrid, y que continuará después de gira, con humor e ilusión después de todo, no creo que exista mejor manera de celebrar el día de la madre... Póngase todos de mutuo desacuerdo...


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