jueves, 20 de noviembre de 2014

Recuerdo a nuestra Duquesa

Nos despedimos de nuestra Duquesa, Doña Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba entre otros muchos títulos, y es que no nos cansamos de decir que: "la Duquesa tiene más títulos que la Reina de Inglaterra" o "que es la única católica que no tendría que arrodillarse ante el Papa". Era una figura de nuestra sociedad, ha estado presente en nuestras vidas desde hace ochenta y ocho años, se había convertido en un símbolo de España, sus vivencias nos han llegado a través de los medios de comunicación desde hace tiempo. Una mujer que nos ha regalado momentos de indiscutible recuerdo histórico, desde sus apariciones en el NO-DO como: "Dieciocho veces Grande de España" hasta sus posados en bikini con su último marido, Alfonso Díez, en la playa de San Sebastián. Siempre cercana, en sus últimos años no comprendía porqué su nombre siempre estaba acompañado de tanta expectación, vivió como quiso, favoreciendo como muy pocos a la cultura española, conservando algunos de los cuadros, y escritos más importantes de la historia de España: entre ellos los archivos de Cristóbal Colón, o el cuadro de la XIII Duquesa de Alba, a la que se le atribuyó un romance con el pintor.


La historia de la Casa de Alba forma parte de de nuestra historia, desde que aquel Duque de Alba que
atemorizó a los "flamencos" de Holanda hasta sus colecciones de arte que, desde 1472, lleva engrandeciéndose con nombres como los de Rubens, El Greco, Velázquez, Sorolla o Zuloaga, que retrató a una pequeña Cayetana en un precioso cuadro, en la que la joven Duquesa monta sobre un poni a cuyos pies se encuentran sus juguetes. La misma Cayetana fue la que incorporó grandes nombres como los de Salvador Dalí, Pablo Picasso, Pierre-Auguste Renoir o Marc Chagall, volviendo así a recordar que en la jerarquía de la aristocracia española, la Casa de Alba de Tormes, continuaba siendo la más poderosa. Desde niña, la Duquesa de Alba, marcha por toda Europa cultivando y completando su educación, su familia se exilia durante la Guerra Cilvil Española en Inglaterra. A su vuelta a España se casa con Luis Martínez de Irujo en 1947, un matrimonio anunciado del que resultaron seis hijos. Durante esta época forma grandes amistades que le dudarían, como la de Jackie Kennedy o Grace Kelly, cuando Tom Cruise rodó en Sevilla alguna de sus cintas de acción se supo de la amistad entre el actor y la aristócrata.


A lo largo de su vida, la figura de Cayetana Fitz-James, ha sido víctima de numerosos escándalos, como cuando Pablo Picasso le propuso un desnudo que elogiaría a "La maja desnuda" de Francisco de Goya, su marido se negó y el proyecto no se llevó a cabo. En 1972 enviuda y su luto recorre todo el país, pocos años después volvería el escándalo con su matrimonio con Jesús Aguirre, que había sido sacerdote, y tenía una gran reputación como teólogo e intelectual, llegó a convertirse en miembro de la Real Academia de la Bellas Artes de San Fernando. En el año 2001 fallecía Jesús Aguirre dejando destrozada a la Duquesa, a partir de entonces comienza su deterioro físico, el párkinson, la silla de ruedas... Pero diez años después se casa con Alfonso Díez, otra gran polémica por la diferencia de edad, sus hijos le "aconsejan" firmar la herencia, y antes de la boda se reparte la herencia entre los seis descendientes. Hemos seguido viéndola en la Concha de San Sebastián, en la Feria de su adorada Sevilla y en sus Palacios de las Dueñas y de Liria (su residencia oficial).


Es una noticia triste la de su fallecimiento, treinta y nueve años después de aquella noche en la que Francisco Franco Bahamonde agonizaba, que desembocó en la muerte del caudillo, volvía a sucedernos con la Duquesa de Alba. Su carisma y su simpática sonrisa nos han acompañado todos estos años, es por eso que realmente sentimos la expresión"¡Qué pena!", pues era una de las personas a la que estamos acostumbrados, una persona que nos gusta que esté ahí divirtiéndose como siempre ha querido.  Sus vestidos veraniegos, junto con sus sandalias, las gafas de sol, sus muchas pulseras, y sus rizos que han ido evolucionando de pelirrojos, a rubio derivando en blanco, han sido protagonistas de numerosos artículos de las revistas del corazón, divirtiéndonos con sus muchas anécdotas, algunas reunidas en sus exitosas memorias: "Yo, Cayetana". Fue uno de los últimos miembros de la aristocracia fijada a la antigua, de aquella de la que se burlaba Berlanga en la Trilogía Nacional, por el contrario supo adaptarse adecuadamente a los nuevos tiempos, que también le acogieron con respeto y cariño hacia lo que representaba. Un adiós a nuestra Duquesa, a Cayetana, a la aristócrata, a la modelo, a la mecenas, al personaje social, a la mujer, a la viuda, a la fiel, nos despedimos de la Duquesa de Alba.

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