miércoles, 13 de agosto de 2014

En la muerte de Robin Williams

En algunas ocasiones se ha definido como la enfermedad de los artistas, ya que la enorme presión de tener que agradar tanto en pantalla como en casa y como en los actos públicos puede llevar a pasar muy malos momentos personales que como muy tristemente hemos comprobado, puede llevar a la muerte... al suicidio. El fallecimiento de un actor suele volcar mucho al espectador que lo conoce, ya que al fin y al cabo hemos compartido mucho con ellos, y mucho más si es Robin Williams, un hombre que se autodefine en sus personajes y que ha traído muchas risas en un ambiente familiar único, dónde él era el protagonista. Ser cómico actualmente es realmente complicado, con la enorme carga política que llevan sus nombres, teniendo en cuenta que cada una de sus acciones son muchísimo más influyentes que la otras personas... ¿O es acaso Robin Williams la única persona que se ha suicidado en este mundo? Ahora mismo recuerdo un personaje suyo, "Popeye" (Robert Altman, 1980), dónde realiza una actuación magnífica y muy divertida, es realmente la viva imagen del dibujo animado al que las espinacas le daban una fuerza superior. Dicen que Marilyn Monroe, Natalie Wood y otras cuantas estrellas se han suicidado, también dicen que Robin se ha suicidado, sinceramente me da igual lo que digan, sino lo que ellos me han regalado, y pensándolo bien nos han dado su vida, como todos los cómicos nos quieren entretener y hacer pasar un momento en el que vayamos lejos de la realidad que nos asalta nada más salir de la sala de cine. Por eso recordando a Williams seguirá con nosotros, y una duda que ahora me viene a la cabeza... ¿Nunca han confundido a Robin Williams con Bill Murray?

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